Situado en una barriada obrera de Madrid, la acción educativa del Grupo Escolar Cervantes tenía un componente social, como centro de cultura abierto a las familias y vecinos del barrio. Además de las clases regulares, se organizaron estudios complementarios, talleres, actividades, excursiones, un comedor escolar, un ropero, veladas familiares, audiciones musicales y proyecciones cinematográficas. En 1925, la plantilla de profesores del Grupo Escolar Cervantes fue becada por la Junta para Ampliación de Estudios para completar su formación en congresos, recibir cursos y visitar centros escolares de Francia, Alemania, Suiza y Austria. En aquellos años se desarrollaron también otras propuestas renovadoras. La difusión en España del movimiento de las llamadas «escuelas al aire libre» dio lugar a iniciativas como la Escola del Bosc de Montjuic, en Barcelona (1914); las Escuelas Bosque de la Dehesa de la Villa, en Madrid (1918), y la Escola del Mar (1921), en Barcelona. En Madrid, se promovía un nuevo ensayo pedagógico: la Escuela Internacional Española (1928), centrada en la enseñanza de las lenguas modernas, que daría origen unos años después a la Escuela Plurilingüe (1933).