El objetivo es crear una escuela acogedora y cálida en la que cada persona es entendida como un ser único y donde se da un clima de comunicación y convivencia. Donde se cuestiona todo lo aprendido y los jóvenes tienen voz, responsabilidad y pueden participar en la toma de decisiones sobre los temas a investigar, la evaluación, el funcionamiento del propio centro, etc. Fomenta el espíritu crítico y el aprendizaje a ser en comunidad, en relación con los demás, y construir la propia identidad individual y social dentro del grupo. Impulsa la formación inicial y permanente del profesorado, para que, a su vez, forme personas sanas física, psíquica y emocionalmente. En el aula se emplean metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), que favorece el desarrollo de las competencias básicas y la aplicación del conocimiento a la solución de problemas. Se elimina el libro de texto y se fomenta el uso de las TIC, como una herramienta de trabajo para el aprendizaje. Se desarrollan proyectos que contribuyen a mejorar la competencia lingüística, así como la formación artística y cultural. Se impulsa el trabajo en equipo, el aprendizaje cooperativo; la capacidad de hablar en público y la expresión escrita.